El confinamiento y sus efectos positivos contra la contaminación del aire

El dióxido de nitrógeno (NO2) provoca anualmente en España alrededor de 7 000 muertes prematuras debido al tráfico de vehículos de combustión

Nerea López
5 min readMay 29, 2020

Dentro de 9 años y 226 días, llegará el momento en que no habrá vuelta atrás y se desatará una reacción en cadena. Los ciudadanos quedarán expuestos y ya no podrán hacer nada por su planeta, es la fecha límite que marca la ONU para tomar las medidas necesarias. Viajes en jets privados, reuniones a 2 000 km de su ciudad o desplazarse en coche por mera comodidad. Son viajes innecesarios que ahora han quedado en un segundo plano y dan un respiro al planeta. ¿El coronavirus se ha convertido en su aliado inesperado?

Las medidas de confinamiento para evitar la expansión del COVID-19 han provocado un notable descenso de la contaminación del aire. El dióxido de nitrógeno (NO2), cuya fuente principal son las emisiones provocadas por los automóviles, ha caído un 61% tras la declaración del estado de alarma, en la Comunidad Valenciana, según el registro de la Red Valenciana de Vigilancia y Control de la Contaminación Atmosférica. Además, el nivel de contaminación atmosférico ha conseguido valores más positivos debido al aumento de precipitaciones. Enero, febrero y marzo se han convertido en el primer trimestre más lluvioso desde que hay datos en la comunidad según el registro de Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

El 14 de marzo de 2020 se declaró el estado de alarma en España debido al COVID-19. Este régimen excepcional ha producido un suceso inédito en España, en Europa y en el mundo. Marc Santandreu, meteórologo en À Punt, critica el turismo desaforado y la excesiva globalización existente en estas últimas décadas, a su juicio dos de las causas que han propiciado la rápida tranmisión del coronavirus. A pesar de ello, el también licenciado en Física insiste en sacar toda la parte positiva de los cambios en el día a día: “Reutilizar y reciclar es importantísimo, pero el primer paso siempre es reducir; reducir viajes innecesarios que contribuirán a la reducción de contaminantes”, añade Santandreu.

“Reducir es el primer paso para reducir la contaminación”, meteorólogo, Marc Santandreu

Alicante es una de las ciudades que muestra una mayor reducción del NO2 respecto a otros territorios del país. Entre el 14 de marzo y 30 de abril se ha registrado una disminución del 72%, según el informe Efectos de la crisis de la COVID-19 en la calidad del aire urbano en España, elaborado por Ecologistas en Acción. Las calles desiertas, sin vehículos por las carreteras no solo han mejorado la calidad atmosférica, sino que además, supone una importante mejora de la salud pública.

La contaminación y la salud, de la mano

7 000 muertes prematuras se producen anualmente por la polución del aire en España, según Instituto de Salud Carlos III y La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Ancianos, mujeres gestantes, enfermos crónicos, pero sobre todo, la población infantil es la más susceptible. Esto se debe a que el sistema respiratorio e inmunitario se encuentran en desarrollo y crecimiento, según demuestra un estudio ambiental sobre el impacto del NO2 durante el periodo prenatal hasta los 2 años de edad. Tras el análisis de 624 niños entre 2003 y 2005, demostraron que el NO2 genera un deterioro en el desarrollo de los pulmones y una menor función pulmonar.

La exposición al NO2 es un factor riesgo para el desarrollo pulmonar de los niños. Fuente: Pixabay

Miguel Ángel Ceballos, coordinador de los informes de Ecologistas en Acción, valora la drástica reducción del NO2 y la considera comouna buena noticia” para el grupo más vulnerable que sufre patologías respiratorias. A pesar de ello, este impacto queda reducido a un corto plazo, ya que a partir de la desescalada, los ciudadanos comenzarán a retomar la actividad.

El descenso del NO2 en España. Fuente: European Space Agency (ESA)

Ildefonso Hernández, ex director General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, considera que las políticas en salud ambiental son insuficientes. “El gobierno no cambiará sino hay una presión por parte de la sociedad; necesitan una catástrofe climática para darse cuenta que no se puede seguir viviendo así”, declara Hernández.

Tras su experiencia, el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la UMH, observa que lo más eficaz sería implantar unas leyes que exijan la publicación de los datos sobre el impacto en la salud por la contaminación atmosférica de cada área metropolitana. Asimismo, afirma que no han sabido transmitir los riesgos que conlleva la polución en el aire: “Si no hay un contador en Cibeles con las muertes o ingresos hospitalarios por patologías respiratorias no le daremos importancia”.

“Si no hay un contador en Cibeles con las muertes por la contaminación, no le daremos importancia”, manifiesta Hernández, profesor de la UMH

El granito de arena de las organizaciones medioambientales

La disminución del NO2 ha traido consecuencias positivas, pero tras el comienzo de la fase 1 en muchas comunidades autónomas, estos efectos comienzan a evaporarse. Las asociaciones no gubernamentales que se encargan de la conservación del medioambiente como Grupo Local WWF Alicante o Ecologistas En Acción trabajan en campañas o propuestas. Sus objetivos residen en la concienciación de la sociedad para controlar el impacto post-confinamiento que provocará un aumento en los niveles de la contaminación atmosférica.

Grupo Local WWF Alicante tiene en mente realizar actividades de concienciación sobre las consecuencias del cambio climático en la aparición de futuras pandemias. Además de alguna campaña orientada a aprovechar la baja contaminación que se ha registrado debido al confinamiento.

Campaña dirigida al mantenimiento de un entorno más limpio. Fuente: Ecologistas en Acción

Por otra parte, Ecologistas en Acción pone en marcha la campaña ‘Confinemos el coche’. Medidas dirigidas a disminuir las necesidades de desplazamiento, facilitar la movilidad peatonal y ciclista, además de potenciar el transporte público con todas las garantías posibles para la salud y el bienestar de la ciudadanía. Son los nuevos retos que conseguirán dar ese respiro al planeta y que quedan en manos de los ciudadanos y de los gobiernos.

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